11.4.08

Viajar a Las cataratas del Niágara - Estados Unidos - Canadá



Son un pequeño grupo de grandes cascadas situadas en el río Niágara en la zona oriental de América del Norte, en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá, con una altura aproximada de 236 metros sobre el nivel del mar.

Comprenden tres cataratas: Las «cataratas canadienses» (Ontario), las «lupas americanas» (Nueva York) y las más pequeñas, las «cataratas Velo de Novia». Aunque no tienen una gran altura, son muy amplias, y son las más voluminosas de América del Norte, por pasar por ellas toda el agua de los Grandes Lagos.

Desde que fueron descubiertas por los colonizadores europeos se han hecho muy populares, no sólo por su belleza sino también por ser una fuente de energía y un desafiante proyecto de conservación medioambiental. Son un sitio de turismo compartido por las ciudades de Niagara Falls (Nueva York) y Niagara Falls (Ontario).

Las raíces históricas de las cataratas del Niágara se encuentran en la glaciación, la cual culminó hace unos 10.000 años. Tanto la región de los Grandes Lagos de Norteamérica como el Río Niágara son efectos de esta glaciación continental. Fue un enorme glaciar que avanzó sobre el área oriental de Canadá como una gran excavadora moliendo rocas y suelo, removiéndolos y profundizando algunos canales de ríos hasta convertirlos en lagos de esta manera ahora aquel pequeño rio se conviertio en las cataratas más famosas o más conocidas del mundo.

El nombre «Niágara» es originario de una palabra iroquesa que significa «trueno de agua». Los habitantes originarios de la región eran los ongiara, una tribu iroquesa llamada los neutrales por los conquistadores franceses, quienes encontraron en ellos ayuda como mediadores de disputas con otras tribus.

Existe controversia sobre quién fue el primer europeo en dar una descripción escrita sobre las cataratas. La zona fue visitada por Samuel de Champlain en 1604. Miembros de su grupo le informaron de la existencia de unas cataratas espectaculares, que fueron mencionadas en su diario de viaje, pero nunca vistas por él. Algunos afirman que el naturalista Pehr Kalm hizo la primera descripción de las cataratas durante una expedición al área a comienzos del siglo XVIII. Sin embargo, la mayoría de los historiadores concuerdan en que el padre Louis Hennepin las observó y describió mucho antes, en 1677.

En el lado estadounidense, las cataratas pueden ser admiradas desde senderos del Parque Prospect, que también posee una torre de observación. Cerca de allí, la Cueva de los Vientos conduce a los excursionistas a un punto debajo de la caída de agua Velo de Novia. El Niagara Scenic Trolley ofrece viajes guiados a través de las cataratas estadounidenses.

En el lado canadiense, el Parque Reina Victoria posee plataformas que ofrecen una espectacular vista a las cataratas estadounidenses y canadienses. También hay senderos que conducen a observatorios que producen la ilusión de estar bajo las cataratas. La cubierta de observación cercana a la Torre Skylon ofrece la vista más elevada sobre las cataratas y, hacia el otro lado, ofrece una vista de Toronto. Junto con la Konica Minolta Tower, es una de las dos torres en Canadá con vista a las cataratas. En el río Niágara, la empresa Niagara River Recreational Trail recorre 32 kilómetros, desde el fuerte Erie hasta el fuerte George, e incluye muchos sitios históricos relacionados con la Guerra de 1812.

Los cruceros Maid of the Mist llevan pasajeros por debajo de las cataratas desde 1846. El Spanish Aerocar, construido en 1916, lleva pasajeros desde el lado canadiense hasta debajo de las cataratas.

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